Sony sorprendió al mundo tecnológico durante la última CES (Consumer Electronics Show o Feria de Electrónica de Consumo) que tuvo lugar en Las Vegas, al presentar un producto muy poco esperado por parte de un fabricante especializado en el mercado de la imagen, el sonido y los videojuegos, un coche eléctrico de última generación bautizado como Vision-S. Un vehículo repleto de innovaciones tecnológicas poco habituales en un coche.
Según Kenichiro Yoshida, CEO de Sony, la pasada década estuvo protagonizada por la tecnología móvil (teléfonos inteligentes y tabletas), y esta que acaba de arrancar tendrá la automoción como protagonista de los mercados tecnológicos, esto es: los coches eléctricos.
Por ahora, el Vision-S no es más que un prototipo, y lo cierto es que no se conocen las intenciones por parte de Sony respecto a su comercialización o no, pero lo que está claro es que los japoneses han querido llamar la atención del mundo con este ambicioso proyecto al que habrá que seguir de cerca por si al final se deciden a materializar comercialmente.
El automóvil en sí no destaca por ser un prodigio de la exclusividad ni del lujo (aunque tanto su diseño como su fabricación son impecables), pero es cuando entramos en materia tecnológica cuando el Vision-S brilla con luz propia gracias a la amplia colección de sensores (hasta 33), pantallas inteligentes y sistemas de sonido 360.
Para este proyecto, y debido a que Sony no cuenta con los medios necesarios para fabricar y desarrollar muchos de los componentes que se esperan en un coche (básicamente porque no es su mercado), la tecnológica asiática ha necesitado aliarse con todo tipo de fabricantes, como Continental, Here Maps, Bosch o Magna, así como con otras empresas tecnológicas con las que sí que tienen que colaborar de forma más habitual, como Qualcomm o Nvidia
Todo un prodigio tecnológico que Sony se ha sacado de la manga por sorpresa, y que, como ya hemos dicho más arriba, no sabemos aún hasta dónde llegará.