Presentado en el reciente Festival de Yates de Cannes, el Superfly GT42 es, según defienden sus creadores, el primer auténtico superboat del mundo, o lo que es lo mismo, la primera embarcación en combinar de forma magistral la velocidad de un bote de carreras con la comodidad y el lujo de un superyate.
Diseñado y construido entre Flying Flipper y RED Yacht Design, el Superfly GT42 suma un total de 43 pies de eslora con un diseño de casco de aire escalonado tan familiar en las embarcaciones de carreras, creado en esta ocasión por el diseñador Sigurd Isacsson.
Con un chasis de bajo peso, gracias al empleo de carbono ligero de alta resistencia, y con un cuadro de mandos en “U”, así como techo automático, sus tripulantes contarán con todas las facilidades para que su experiencia sea del todo satisfactoria y sencilla.
En lo referente al motor, se pueden elegir diferentes opciones que van desde un doble Mercury de 400 caballos, hasta una triple combinación de motores Seven Marine, con 627 caballos por cabeza, lo que daría un total de más de 1800 increíbles caballos de potencia.
Todo ello reunido en una embarcación compacta pero en la que no faltan todo tipo de comodidades y de materiales de la mejor calidad.
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